Nico Rosberg se ha proclamado campeón del mundo de 2016 al conseguir la segunda plaza en Yas Marina bajo la victoria de Lewis Hamilton. Vettel completó el podio. Fernando Alonso termina la temporada con un décimo puesto. Sainz abandonó por un incidente con Jolyon Palmer.
Son tres años de la superioridad de Mercedes, y tres años que le ha costado a Nico Rosberg conseguir el ansiado título. Tres años de muchas luchas con Lewis Hamilton, con piques, con alegrías, decepciones y de sufrimientos. Se acabó de ser el segundo plato. A la tercera fue a la vencida para que Rosberg haya escrito su nombre en la historia de este deporte. Japón fue el lugar donde ganó su última carrera este año. Le valía con no ceder ante el resto, con ser el 'escudero' de Hamilton en las pruebas que restaban del Mundial. Incluso podía permitirse el lujo de quetar tercero en Yas Marina. Concluyó segundo, manejando sus nervios y la tensión del que ha llegado, pero del que no ha conquistado nada. Al menos hasta ahora.
Una prueba con una salida limpia, pero con mucho estrés para él y con momentos en los que pudo perderlo todo con el duelo protagonizado con Verstappen. Lewis Hamilton le sacó de sus casillas pero él también sabía lo que tenía que hacer y salió de su coche sin apenas sudor. El británico jamás ha corrido tan poco para ganar una prueba, y no paró de preguntar por radio para preguntar cómo iban los demás. Su objetivo era claro: ir lentísimo para que Vettel y Verstappen cogieran a Nico y que fuera así cuarto. Funcionó al 50%. Vettel y Verstappen sí llegaron a Rosberg, pero no pudieron adelantarle. Tal era la lentitud con la que condució Hamilton en Abu Dabi que incluso desde su propio box, en Mercedes, le llamaron la atención preguntándole "¿Por qué vas tan despacio?" No hubo respuesta por su parte, Era obvio que quería ser tetracampeón y esa era la única forma de lograrlo. Hay que decir que Nico Rosberg se desesperó. Jamás le tuvo a tiro de DRS. Y fue por él por lo que, a falta de dos vueltas, el Mundial parecía estar más vivo que nunca con Vettel y Verstappen llegando al alerón trasero del ya campeón del mundo de F1.
El cambio a los blandos no afectó a ningún piloto de las posiciones de cabeza. Mientras, Max Verstappen optó por aguntar hasta la vuelta 21 para calzar los blandos para ir hasta el final. Esto sucedió después de una hermosa batalla cuerpo a cuerpo que tuvo como vencedor al increíble adelantamiento de Rosberg. El grupo de los Mercedes, Ferrari y Red Bull volvió a cambiar gomas antes de la vuelta 30 para cambiar a blandos e ir hasta el final y eso nos dejó a Hamilton primero, Rosberg segundo, Verstappen tercero y seguidos por Ricciardo y Kimi Raikkonen. Sebasian Vettel iba primero sin haber realizado su segunda parada. Las distancias se mantuvieron en poco más de cuatro segundos entre Mercedes y Red Bull aunque a falta de diez segundos Verstappen se acercaba a tres segundos de Rosberg.
Tres títulos quiere Fernando Alonso antes de decir adiós. El asturiano ha terminado en el décimo puesto en Abu Dabi obteniendo un punto y décimo en la clasificación de pilotos, dejando atrás al superior Williams de Felipe Massa. En carrera, siempre en los puestos de mitad de tabla, peleando con Force India todo lo que pudo y con el propio piloto brasileño. Ahora vacaciones hasta 2017 y saber si ahí se ve un gran McLaren-Honda. "La salida no fue buena. Era una carrera que sabíamos que iba a ser difícil. pero al final conseguimos acabar el año en los puntos. Ahora intentaremos volver en Australia siendo más competitivos y con la opción de luchar por algo mejor. Hago un balance positivo porque hemos cambiado la negatividad y la tendencia del 2015. Lo que tenemos que hacer ahora es encontrar es algo más de competitividad para el año que viene. Que no se repitan los errores de este año y llegar más preparados y con las lecciones aprendidas. Hay que esperar y ser cautos. Hay que encontrar algo especial. Para ganar un Mundial hay que dar muchos pasos importantes", Fernando Alonso cree que en 2016 su equipo la ha "dado un poco la vuelta a la tortilla" porque han "podido luchar de tú a tú con otros equipos".
Lo mismo puede decir Carlos Sainz. Ha cosechado el peor fin de semana para olvidar. No tuvo una despedida tan 'feliz' como la de Fernando. Salía en una posición bastante mala al comienzo de carrera, vio frustrada toda su prueba cuando Jolyon Palmer le dio por detrás en una escandalosa pasada de frenada en la vuelta 43. Había remontado 8 posiciones. Daniil Kvyat tampoco pudo terminar por un problema en la caja de cambios. El madrileño llevaba remontando posiciones desde el inicio de la prueba. "Creo que fue una buena carrera pasando a los Sauber, los Manor, los Renault en sitios donde no sabía que se podía adelantar; como en la curva siete donde he pasado a Palmer ya que en la recta éramos demasiado lentos. Hasta ese punto, estaba siendo una buena carrera, pero luego una pena. A los Haas los tenía delante, pero llevábamos, más o menos, el mismo ritmo. Los Renault, no esperábamos ir más rápido que ellos, así que nada... una pena lo de Palmer que ya lleva dos carreras seguidas dando a un Toro Rosso por detrás y hasta ese punto fue una buena carrera", ha explicado el madrileño.
Muchas lágrimas de alegría derramó Nico Rosberg. El apellido Rosberg ha sido el nombre de un nuevo campeón de un Mundial de F1. Un broche de oro a un año duro pero que ha mostrado que su regularidad, su talento y su frialdad en momentos clave le han dado un título con el superior Mercedes.
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