Lewis Hamilton se ha vuelto a reecontrar con la pole en el GP de EEUU. Logró un estratosférico crono de 1:34.999 quedando por delante de su rival y compañero de equipo Nico Rosberg y del piloto de Red Bull, Daniel Ricciardo. Carlos Sainz saldrá décimo tras pasar a una Q3 con un tiempazo de la que Fernando Alonso se quedó a poco más de dos décimas. Sale 12º.
No hubo lucha entre Mercedes y Red Bull, no. Los alemanes volvieron a tocar el botón mágico de sus monoplazas para volver a mandar de forma insultante una ronda de clasificación sobre el que es su máximo rival a estas alturas del campeonato. Lewis lo hizo todo perfecto para sacarse del bolsillo una vuelta espectacular, con un crono de 1:34.999 y batir a Nico Rosberg y volver así a la pole. Quiere seguir dando guerra y nada está terminado. El británico hizo una vuelta casi perfecta, o perfecta directamente, que hizo inútil la segunda que se marcó un Rosberg que en el primero de los dos duelos de Q3 falló sin que apenas se notara. Esa es la superioridad de Mercedes, que incluso aunque falle no se nota. Que incluso aunque falle ninguno de sus rivales se les puede acercar a una vuelta.
Porque parecía tras los Libres 3 que Red Bull iba a estar ahí, algo que se vino abajo cuando en Q2 los Mercedes, con neumático blando, apenas quedaron a milésimas de Daniel Ricciardo con la goma superblanda. Tal es la superioridad de Mercedes que incluso en clasificación se permitieron el lujo de pensar en carrera y de usar la mejor goma posible de cara al inicio de la prueba norteamericana.
No pudo pasar Alonso a la Q3, pero al menos aquí, en Austin, una pista en la que el McLaren-Honda no destaca en absolutamente nada, las sensaciones no son ni han sido tan catastróficas como en Suzuka. Fernando, tras una Q1 algo floja en la que Button cayó en gran parte por el tráfico, hizo una buena Q2 en la que llegó a estar, con el mismo neumático, a poco más de un segundo del mejor crono realizado por Daniel Ricciardo.
Fue insuficiente, y no porque el bicampeón no diera lo mejor de sí a bordo de un monoplaza que exprimió al máximo. Lo fue porque por detrás llegaba Carlos Sainz haciendo un vueltón digno de un maestro y le relegó a la undécima plaza. El madrileño, octavo en Q2, se 'libró' también del tiempo de Felipe Massa, que no le superó pero que dejó a Fernando en el puesto 12 de la parrilla de salida para la prueba de Estados Unidos. Dos décimas han separado a Alonso de estar en la lucha con los diez mejores.
Décimo finalizó Carlos Sainz, que fue superado por los dos Williams a la hora de la verdad. Pero en carrera es donde hay que poner la carne en el asador. Sabremos si finalmente tanto Carlos como Fernando puntúan. A saber también si Hamilton, pole, rompe la 'maldición' de Austin, donde no ha ganado aún nadie que haya salido desde la primera plaza de la parrilla. Los Red Bull son el primero del resto, y eso quiere decir que estarán al tanto de si hay problemas en el paraíso. De si hay problemas en Mercedes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario