Lewis Hamilton ha logrado la victoria en el GP de Hungría y otros 25 jugosos puntos que le sirven ser el nuevo líder del Mundial de F1. Dominó la carrera sin problemas y mantiene a raya a Nico Rosberg. Ricciardo acompaño a los dos Mercedes en el podio. Los españoles brillaron con Alonso en la séptima posición y Carlos Sainz en la octava plaza.
Ausente estaba el británico a comienzos del Mundial, que si había perdido la motivación, que si se le veía en muchas fiestas..... Pues si, el tricampeón del mundo de la F1 esta de fiesta en fiesta, victoria tras victoria con su nuevo triunfo en Hungría y que ya es otra vez líder. Un Lewis que no se cansa se cosechar victorias y al que manejó a Rosberg. Le controló y le mantuvo a raya hasta que se ondeo la bandera a cuadros. Si Rosberg se acercaba, Hamilton apretaba para distanciarse. Sólo al final, con algunos doblados como Gutiérrez que no entendían el azul de las banderas, sufrío el tricampeón. Pero ahí de nuevo vimos por qué Rosberg tiene a cero su casillero de títulos, pues al teutón le faltó hambre. Le faltó garra. Le faltó ir a por Hamilton de verdad y tirarse a por él. Le faltó inconformismo y le sobró conformidad con su segundo puesto.
Seguramente que todos quieren ese Mercedes. Alonso y Sainz son dos de ellos. Ni el McLaren-Honda ni el Toro Rosso están entre los más potentes de toda la parrilla, pero en manos de ambos dan guerra. Dan mucha guerra. Button y su abandono fueron la nota negativa para los de Woking; la positiva fue que en Hungría, en una carrera sin problemas, estuvieron tras los tres grandes y fueron el cuarto coche de la parrilla. Ese fue el problema. Fue una carrera sin demasiada 'acción' salvo la que dieron Verstappen y Raikkonen en un duelo en el que Max usó lo legal y lo no tan legal para mantener a Kimi detrás. Salvo eso, poco movimiento. Poca lucha. Poca tensión. Poco de eso que necesita McLaren-Honda para estar mejor de lo que han estado en Hungría. Séptimos, con Fernando. Tras Mercedes, Ferrari y Red Bull. Ahí es donde estuvo la pareja anglojaponesa. Y tras ellos, Carlos Sainz y su Toro Rosso. Ni uno ni otro pudieron hacer más. Ambos firmaron una carrera sobria, sin errores y sin ningún tipo de problema mecánico que les dejara sin el premio de los puntos. Unos puntos merecidos, forjados a base de trabajo tanto dentro como fuera del box y tanto dentro como fuera del monoplaza. Los dos siguen su camino para volver o para llegar a lo más alto, para llegar a un lugar que en este momento le pertenece a Mercedes. A un lugar que le pertenece a Lewis Hamilton.
La próxima parada será el siguiente fin de semana con el Gran Premio de Alemania, la casa de Nico Rosberg, donde tendrá ganas de conseguir esa victoria ante su público, la que no consigue desde el Gran Premio de Europa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario