“Alonso debe a su hermana mayor Lorena su pasión por las carreras. Ella no mostró ningún interés por jugar con el kart que su padre, José Luis Alonso, le había construido. Sin embargo a Fernando, quien apenas tenía tres añitos, le encantó y, cuando su padre le hizo un trazado improvisado, su pasión por la velocidad se intensificó aún más si cabe. ¿Quién hubiera dicho por aquel entonces que aquel niño se convertiría en uno de los mejores pilotos de la historia de la Fórmula 1?”
También menciona los esfuerzos que tuvieron que hacer sus padres para que Fernandopudiera seguir compitiendo, algo que no todos los pilotos han vivido, ya sea porque sus familias tenían mucho dinero o porque desde pequeños compitieron bajo el paraguas de una gran marca comercial. Así lo explica su padre, José Luis:
“Fernando era plenamente consciente de los esfuerzos que como familia estábamos haciendo todos. Yo iba con él a todas las carreras para hacer de mecánico y su madre se tenía que quedar sin ver a su hijo durante los fines de semana. Era un día con lluvia y una pista muy traicionera, pero Alonso se sentó tranquilamente en el Minardi y en su primera vuelta ya se vio que iba claramente al límite, frenando tan tarde como los pilotos más experimentados. Cesare Fiorio, en shock, le dijo que parara por temor a un accidente, pero la respuesta de Alonso fue una sorpresa al decirle que se lo estaba tomando con calma. Su vuelta había sido 3,5 segundos más rápida que la de su rival más cercano”
Así lo recuerda el propio Cesare Fiorio, entonces director deportivo de la escudería italiana:
“Había tratado con más de 300 jóvenes pilotos en los últimos años, pero ninguno me dejó la impresión que me había dejado Alonso. Ninguno”
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