Resumen de la temporada 2012

Para muchos el Gran premio de Europa nos quedará en el recuerdo. Fué el momento de la eterna gloria. Ése momento en el que pareció que la suerte y el destino iba a cambiar. Para la afición española quiere que gane el suyo, como no. Fernando Alonso ganaba el GP de Europa después de una espectacular remontada desde la undécima plaza de la parrilla con un monoplaza menor, mientras sus dos grandes rivales indiscutibles, se quedaban encallados. Sebastian Vettel y Lewis Hamilton no terminaron aquel gran premio mientras en lo alto del podio, el español lloraba con dos rivales de otro tiempo compartiendo espacio, Michael Schumacher y Kimi Raikkonen, aquéllos a los que logró vencer. Después de la hazaña de Malaisia bajo la lluvia, Alonso fue incrementando su ventaja en el liderato del Mundial hasta llegar a los 42 puntos a mitad de temporada. Pero en el deporte ganan los mejores;Y ahí Vettel está resultando invencible, con el coche superior que ha habido éste año. El fracaso de la evolución de Ferrari y los dos abandonos en la segunda parte del año acabaron por acabar en manos de otro.
Aunque casi todo el paddock coincide en decir que Fernando ha sido el mejor, finalmente no fue así. Hay que reconocer el mérito de Vettel, que se está convertiendo en un míto. Aunque no le ha sido fácil esta vez. Porque hemos vivido, probablemente, la mejor temporada de la historia de la Fórmula 1 con igualdad máxima al comienzo y un rival superlativo, además de un McLaren muy veloz. Batalla hubo. Y dura.
Alonso fue el piloto que logró un mejor promedio de clasificación a lo largo de la temporada (3,3) por el 4,4 de Vettel, pero Seb con cinco victorias por las tres del asturiano. Ambos con dos abandonos. El segundo de Alonso, en Suzuka, apenas un roce entre neumáticos, simbolizó el momento en el que la suerte se puso de nuevo del lado del pequeño alemán. En dos carreras magníficas, como Abu Dabi y Brasil, Vettel sufrió varios accidentes de los que salió prácticamente ileso. Paradojas del destino de una temporada que, al final, fue un duelo entre los mejores. Y fue así como Vettel ganó el título de Alonso, aunque a casi todos nos quedó la sensación de que el desenlace bien pudo ser el opuesto. Y esa esperanza es la que debe alimentar nuestras ilusiones para un Mundial 2013 que ya está más cerca.

El piloto del año. Alonso. Es constante y tiene el mejor rendimiento en carrera, destacando a los mejores sin haber ganado. Quedar a tres puntos de Vettel ha tenido muchisimo mérito, sobre todo porque ha ganado tres carreras, ha completado trece podios y contando que no ha echo ninguna vuelta rápida. Un verdadero luchador.

La gran decepción. 'Schumi'

Los adelantamientos. Raikkonen gana. El mejor de todos lo hízo en la Eau Rouge (Spa) a Michael Schumacher. El finlandés no suele ser muy agresivo, sacó todo su talento para destrozar al que un día fue Kaiser de la F-1. Ha habido otros, como los dobles de Alonso en India a los dos McLaren en la primera vuelta, o a Massa y Webber en Brasil, el del brasileño a su compatriota Senna en Singapur o el de Hamilton a Vettel en Austin, pero esta vez gana Iceman.

La carrera del año. Brasil. Por ser la que decidía el título y donde pasó de todo: lluvia, adelantamientos increibles, remontadas inimaginables, esa primera curva que casi le cuesta el titulo a Vettel y que Alonso casi logra el objetivo, pero consiguió llegar segundo y aún días mas tarde, se seguía hablando del adelantamiento impropio de Vettel.

Lo peor del año. Bahrain. Lo que ocurria fuera del circuito. Había una represión que aún Sigue.

Lo mejor del año. La igualdad. Quedará clavado también en la historia ya que en los siete primeros grandes premiosganaron siete pilotos distintos. Tuvo que ver Pirelli y la prohibición de los escapes sopladores. Fue en Valencia cuando repitió Alonso. Comenzó ganando Button, después Alonso, Rosberg se estrenó en China, Bahrain vivió el primer triunfo del año para Vettel, Maldonado en Barcelona, Webber repitió para Red Bull en Mónaco, Hamilton en Canadá y, otra vez Alonso. En esas carreras también pudo ganar un Sauber, como Pérez, o el Lotus de Raikkonen. Pero lo cierto es que a partir de Valencia vencieron los de siempre y la igualdad inicial se difuminó.