Palabras textuales que le dijo a Ayrton Senna, un día antes de morir, el 30 de abril de 1984: "Has sido campeón del mundo tres veces, no hay
duda de que eres el piloto más rápido. Déjalo y vete a pescar". Son palabras que ahora se atragantan. Y cobran actualidad
ante la muerte de Watkins a la edad de 84 años. Se fue el Doctor de
la F-1, así, con mayúsculas, de ahí la riada de reacciones tras
su pérdida. "Fue Sid Watkins quien me salvó la vida en Ímola
94. Era un gran tipo, siempre estaba feliz, quiero agradecerle todo
lo que ha hecho por nosotros, los pilotos. RIP", escribió
Rubens Barrichello en Twitter.
Watkins,
nacido el 6-9-1928 en Liverpool, aceptó en 1978 la oferta de
Ecclestone para ser Race Doctor de la F-1. Fue el máximo
responsable médico hasta 2004 y resultó vital en la mejora de la
seguridad en los grandes premios. Será recordado por su amistad con
Senna y el dolor con el que encajó las muertes de Ayrton y de
Roland Ratzenberger en aquel fatídico GP de San Marino 94. Pero las
alegrías inclinan escandalosamente la balanza a su favor: Didier
Pironi (Ferrari) en Alemania 82, Barrichello (Jordan) en Ímola 94,
Mika Hakkinen (McLaren) en Australia 95... Todos ellos agradecieron
la "inestimable ayuda" de Watkins. "Sid, hay ciertas
cosas que no podemos controlar. No puedo dejarlo. Tengo que seguir",
le contestó Senna aquel 30 de abril de 1994. Palabras.
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