Es un gran acierto por parte del los organizadores del mundial de las dos ruedas la decisión de instaurar un carnet por puntos similar al que usamos el resto de los mortales en nuestra vida cotidiana a la hora de subirnos a nuestros vehículos a motor. Está claro que un accidente lo puede tener cualquiera pero provocarlo por culpa de una inapropiada conducta al volante es otra cuestión. Me parece perfecto que se le haya sancionado a Grosjean con una carrera y 50.000 euros pero creo que los responsables de la F-1 deberían ir más allá para evitar este tipo de actuaciones.
Porque no sólo el piloto de Lotus merece una dura reprimeda esta temporada por su comportamiento a bordo del monoplaza. Recordemos a Pastor Maldonado (al venezolano parece que se le ha ido la pinza definitivamente después de su victoria en Montmeló). Algunas de Hamilton o de Kobayashi, etc, etc...
Los locos al volante en la F-1 no son algo de estos úlltimos años. No olvidemos que uno de los pilotos más "sucios" a la hora de conducir sigue en activo y tiene nada menos que siete títulos de campeón del mundo. Sí, es Michael Schumacher. El alemán nunca ha sido un ejemplo de limpieza deportiva al volante. Recordemos si no los incidentes con Damon Hill en las temporadas 1994 y 1995 cuando estaba luchando por sus primeros campeonatos del mundo. O la reprobable maniobra de hace dos años con Barrichello.
El "kaiser" estuvo a punto de hacer que su ex-compañero en Ferrari se empotrara contra un muro en Hugaroring. También son para recordar algunas de las "idas de olla" del colombiano Juan Pablo Montoya, Ralf Schumacher, Kazuki Nakajima o Kobayashi (por citar a un piloto japonés de la actualidad). Los pilotos nipones la verdad es que siempre han sido muy "kamikazes" en esto de la F-1.
Por eso creo que es hora de poner freno a toda esta locura ya. No estaría mal que cada piloto comenzase el campeonato con un determinado número de puntos en su superlicencia. Y si por su mal comportamiento al volante agota ese cantidad, pues a la calle, a darse unos paseítos por el parque las mañanas de los domingos en vez de ir poniendo en jaque no sólo su vida sino la del resto de los pilotos de la parrilla.
Unos pilotos, todo hay que decirlo, que mayoritariamente suelen ser respetuosos con los rivales. Ahí tenemos a nuestro Alonso, al que jamás le he visto una mala maniobra al volante, y a Pedro de la Rosa (todo un caballero dentro y fuera de los circuitos). O a Kimi Raikkonen. Pero si hay un campeón del mundo que se merece un afecto especial por mi parte sobre esto de lo que estamos hoy escribiendo ese es Jenson Button. El británico puede que sea el único exponente de lo que antíguamente se conocía como "gentleman driver". ¡Congratulations, Mr. Button! Enhorabuena por su magnífica victoria en Spa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario